Según un estudio de la consultora Statista, para el 2023 el mercado de los servicios de cloud computing pública (por ejemplo, los que ofrecen proveedores como Oracle, AWS, Google o Microsoft Azure) crecerá un 21% con respecto al 2022. Incluso, se estima que para el próximo año, más del 50% de las nuevas implementaciones de infraestructura tecnológica en las empresas estará en la “nube pública” y no en los data centers enfocados a la “nube privada”. ¿Cuáles serán entonces las tendencias de uso del cloud para el 2023?
Según los expertos, la transformación digital seguirá siendo clave en la migración de datos a la nube en distintas áreas, adoptando la nube de manera híbrida (mezcla entre pública y privada), así también como las aplicaciones orientadas a la inteligencia artificial (IA) y machine learning. Claramente los años de pandemia han aumentado aún más el uso de la computación en la nube, por lo que los consultados también coinciden en que el próximo año se mantendrán muchas de las tendencias que han ocurrido en el mundo bajo el Covid. “Viene una nube recargada y más consolidada, con usuarios exigentes de diferenciación y calidad de servicios”, comentan desde el sector.
Compartimos un resumen de algunas de las tendencias que consideramos tendrán el mayor impacto.
La nube múltiple es una estrategia cada vez más popular
Si 2022 fue el año de la nube híbrida, entonces 2023 podría ser el año en que las empresas comprendan las ventajas de diversificar sus servicios entre varios proveedores de nube. Esta es una estrategia conocida como adoptar un enfoque de múltiples nubes y ofrece una serie de ventajas, incluida una mayor flexibilidad y seguridad.
También evita que las organizaciones se vinculen demasiado a un ecosistema en particular, una situación que puede crear desafíos cuando los proveedores de servicios en la nube cambian las aplicaciones que admiten o dejan de admitir aplicaciones específicas. Y ayuda a crear redundancia que disminuye la posibilidad de que los errores del sistema o el tiempo de inactividad causen una falla crítica en las operaciones comerciales.
Adoptar una infraestructura de múltiples nubes significa alejarse de estrategias comerciales potencialmente dañinas, como la creación de aplicaciones y procesos únicamente en torno a una plataforma de nube en particular, por ejemplo, AWS, Google Cloud o Microsoft Azure. La creciente popularidad de las aplicaciones en contenedores significa que, en caso de que se produzcan cambios en los niveles de servicio o soluciones más rentables de diferentes proveedores, las aplicaciones se pueden trasladar rápidamente a nuevas plataformas. Si bien en 2020, la mayoría de las empresas (70%) dijeron que todavía estaban vinculadas a un proveedor de servicios en la nube, los informes encontraron que el 84% de las empresas medianas y grandes habrán adoptado una estrategia de múltiples nubes para 2023, posicionándola como una de las tendencias definitorias del año en computación en la nube.
La nube impulsada por IA y ML
La Inteligencia Artificial (AI) y el Machine Learning (ML) se posicionan como servicios en la nube porque pocas empresas tienen los recursos para construir su propia infraestructura de IA. La recopilación de datos y los algoritmos de entrenamiento requieren enormes cantidades de potencia informática y espacio de almacenamiento que, por lo general, es más rentable alquilar como servicio. Los proveedores de servicios en la nube confían cada vez más en la IA para una serie de tareas. Esto incluye administrar las vastas redes distribuidas necesarias para proporcionar recursos de almacenamiento a sus clientes, regular los sistemas de energía y enfriamiento en los centros de datos y potenciar las soluciones de seguridad cibernética que mantienen sus datos seguros. En 2023, podemos esperar ver una innovación continua en este campo a medida que los proveedores de servicios en la nube a gran escala como Amazon, Google y Microsoft continúan aplicando su propia tecnología de inteligencia artificial para crear servicios en la nube más eficientes y rentables para sus clientes.
Innovación y consolidación de juegos en la nube
La nube nos ha traído servicios de transmisión como Netflix y Spotify, que han revolucionado la forma en que consumimos películas, televisión y música. La transmisión de videojuegos está tardando un poco más en afianzarse, pero está claramente en camino, con Microsoft, Sony, Nvidia y Amazon ofreciendo servicios en este campo. Sin embargo, no todo ha sido fácil: Google gastó millones de dólares en el desarrollo de su servicio de transmisión de juegos Stadia solo para retirarlo este año debido a la falta de éxito comercial. Uno de los problemas son las propias redes: la transmisión de videojuegos claramente requiere un ancho de banda más alto que la música o los videos, lo que significa que está restringido a aquellos con acceso a Internet de alta velocidad y buena calidad, que todavía está lejos de todos nosotros. Sin embargo, el despliegue continuo de 5G y otras tecnologías de redes ultrarrápidas eventualmente debería resolver este problema, y 2023 podría ser el año en que los juegos en la nube tendrán un impacto. El propio Google ha dicho que la tecnología en sí misma que impulsa a Stadia seguirá siendo la columna vertebral de un servicio de transmisión de juegos B2B en desarrollo que permitirá a los desarrolladores de juegos proporcionar la funcionalidad de transmisión directamente a sus clientes. Si, como muchos predicen, los juegos en la nube se convertirán en la «aplicación asesina» para 5G de la misma manera que la transmisión de video lo fue para 4G y la transmisión de música para 3G, entonces 2023 podría ser el año en que comencemos a ver que las cosas encajan.
Formación profesional y retención de talentos
Otra de las falencias que se generó con la llegada masiva a la nube y los servicios cloud es la falta de profesionales en el área. Según un estudio de IBM, de septiembre de este año, el 70% de los líderes señala que su equipo carece de habilidades necesarias para administrar adecuadamente los entornos en la nube y que las organizaciones se enfrentan a la realidad de la escasez de talento, no logran implementar una estrategia holística de nube híbrida, lo que puede crear brechas en la seguridad y el cumplimiento, y causar riesgos en los entornos de la nube. Leonardo González, managing director de IBM Consulting Chile, cuenta que “la mayoría está buscando contratar talento que pueda llenar la brecha de habilidades dentro de su organización. De hecho, el 71% de las empresas está creando roles de nube específicos. Pero esto no es suficiente, ya que también es importante que las empresas nutran el talento interno con las habilidades necesarias para la nube, que les permitirá acelerar su transformación digital”.
Coincide con esta mirada Matje, señalando que la nube tiene mucho potencial de crecimiento, por lo que se espera que sólo en Chile el consumo de la nube crezca un 30% para el 2023 a nivel latinoamericano, “por lo que la formación de profesionales y futuras generaciones en la tecnología es una de las principales tendencias que deben seguir potenciando para el desarrollo natural de lo que será el área laboral”.
Ciberseguridad y protección de datos
A juicio de Matje, el ransomware (secuestro de datos que impide al usuario acceder) puede convertirse en la próxima pandemia, entonces el próximo año se podrían ver innumerables esfuerzos por mejorar la seguridad.
Coincide Acevedo, señalando que “será una prioridad e involucrar herramientas capaces de predicción asistida por IA, ya que es parte del proceso en muchas organizaciones. Hay que crear conciencia respecto a cómo preparar datos, generar conocimientos y convertirlos en información procesable. Se espera el inicio de una etapa de análisis aumentado, en la que estas tecnologías ayudarán a interpretar más rápidamente los datos complejos, automatización del análisis de big data”.
Internet de las cosas y conectividad
La tendencia 2023 será un aumento de espacios inteligentes tanto en los hogares como empresas. La expansión de sensores y dispositivos que entregan datos será parte del próximo año, donde el levantamiento de información es clave. A su vez la conectividad permite una optimización y trabajo eficiente de ello. Permite detectar acciones riesgosas, crear un ecosistema seguro de cuidado al interior de los hogares y también a nivel de ciudad puede ayudar a todo lo referente con seguridad ciudadana, optimización de agua, luminaria, es decir, al desarrollo de las ciudades inteligentes.
Con la llegada del 5G, las empresas que entregan el servicio seguirán aumentando la cobertura y con ello a la velocidad de descarga de datos que ayuda a los accesos, ahorros e inmediatez, con redes inalámbricas de alto rendimiento.
Fuentes: